La materia lecto-comprensión depende del Departamento de Idiomas de la facultad y se trata básicamente de adquirir habilidades para comprender textos jurídicos escritos en un idioma extranjero. La facultad ofrece cursos de lecto-comprensión en idioma inglés que se dictan tres veces por semana, es decir, con la carga horaria de Familia y Sucesiones y de Elementos de Derecho Comercial. Además, existe la posibilidad de rendir examen libre de los idiomas inglés, portugués o francés. Finalmente, para los que tengan en vigencia un examen internacional, la mejor opción es presentar una carta por mesa de entradas y eximirse de esta materia.
Al entrar a la facultad todos pensamos que esta materia está de más en el plan de estudios. Sin embargo, después de haber cursado gran parte de la carrera, mi pensamiento al respecto ha cambiado. Sea cual fuere la rama del derecho a la que nos dediquemos en el futuro, la comprensión de textos jurídicos escritos en otras lenguas será fundamental para darnos un acabado conocimiento de ella. ¿Qué mejor que estar al tanto de la última jurisprudencia mundial en un tema, ya sea europea o estadounidense? Ni hablar si su plan es estudiar Derecho Internacional o Historia del Derecho.
En suma, la globalización y los fenómenos de integración regional vuelven más importante el conocimiento de idiomas extranjeros. Los cada vez más frecuentes desplazamientos de personas por distintos territorios conllevan un aumento de casos en que está involucrado el derecho extranjero. Asimismo, nuestra pertenencia al MERCOSUR y nuestro deseo de avanzar hacia la supranacionalidad exige que estemos al día con los movimientos de la Unión Europea.
Los argumentos a favor de la existencia de -al menos- un curso de lecto-comprensión en idioma extranjero en nuestra carrera podrían seguir por varios párrafos más.
Es importante saber que éste no es un curso de idiomas. Se trata de un curso de lecto-comprensión, por lo que quedan de lado la memorización de palabras y estructuras gramaticales. El objetivo es poder comprender textos, y lo que debe adquirirse son herramientas en ese sentido. Una de ellas es la utilización del diccionario, pero no es la única.
Ahora bien, más allá de que los párrafos anteriores no los hayan convencido de la necesidad de esta materia para la carrera, lo cierto es que si quieren ser abogados de la UBA, la van a tener que aprobar de alguna manera. Yo, que conozco bastante bien el idioma portugués, elegí darla libre y en ese idioma.
Si están pensando en hacerlo, lo primero que deben conseguir es un diccionario jurídico portugués-español. En la fotocopiadora que se encuentra frente a la biblioteca silenciosa venden uno. Además, Franja Morada envía por Facebook un modelo de examen y glosarios. Tanto el diccionario como los glosarios se pueden -y diría que se deben- llevar al examen. En la página de la Facultad encontrarán el cuadernillo de lecto-comprensión -actualmente está en vigencia la edición 2014-, que tiene diez textos con preguntas similares a las que se pueden encontrar en el examen.
La propuesta es realmente interesante. Se practica para el examen leyendo textos referentes a diferentes ramas del derecho, extraídos de páginas web de derecho brasileño. Realmente se aprende bastante, incluso conociendo ya el idioma portugués, pues el vocabulario jurídico no es frecuentemente utilizado.
Llegado el día del examen, lo principal es presentarse con el Documento Nacional de Identidad en la facultad, buscar en la cartelera del Departamento de Idiomas y Traductorado el número de aula que corresponde a su comisión y, finalmente, dirigirse allí. En mi caso, el texto del examen fue una noticia sobre una decisión referida a la posibilidad de embargar por deudas alimentarias un fondo de seguridad social que, según la ley brasileña, es inembargable. Había solo tres preguntas: una referida a un ejemplo del texto, otra de comprensión de contenidos y la última para ubicar la conclusión.
En fin, el examen me pareció bastante simple y poco pretencioso. Si se había practicado con los textos del cuadernillo, algunos de los cuales son mucho más complicados, no debería haber representado ningún problema. Aprobaron casi todos.
Yo recomiendo a los estudiantes que tengan algún interés por el idioma portugués o la cultura jurídica brasileña, rendir este examen en modalidad libre.
Y a la facultad, habilitar por lo menos un curso regular de lecto-comprensión en francés y en portugués por turno.